Te quiero decir algo

Te quiero decir algo.

Esa semana las cosas no iban del todo bien, habían ocurrido algunos
eventos que les llamaban la atención, pero no estaban seguros de qué
significaban, el único registro, una sensación en el estómago y la
suspicacia, la duda que les provocaban esas señales.

— ¿Vamos a comer?, ¿Ya?

— Bueno.

— ¿Por qué esa cara? Vamos, que está rico.

— Sí, pero no me siento bien, no lo estoy pasando bien.

— Ya, come, tienes que comer, te hace bien.

— Ok, ¿pero cómo te digo? Me han tratado mal, creo que no me quieren
ahí.

— Vamos, ¡ánimo!, mírame, así, así, sonríe.

— Es que no puedo, mira mi brazo.

— ¿Qué te pasó en el brazo? Déjame ver, ¿parece una mordida?, ahh, no es
nada, te voy a echar una crema.

— Así es, me mordieron y no solo eso, ella me trató mal por tratar de
defenderme.

— ¿Cómo fue que te pasó eso?

— No solo pasó eso, me obligan a hacer cosas que no quiero.

— Ya va a pasar. Come, ¿ok?

Terminaron de comer y se fueron a acostar.

— Bueno, duérmete, mañana va a estar todo bien, necesitas descansar para
estar bien en la mañana.

— No quiero dormir, no quiero ir más a ese lugar.

— Yo te voy a hacer cariño, acuéstate de lado para rascarte la espalda,
¿ya?.

— No, mejor dame un abrazo y no me sueltes.

— Bueno, ven.

Por fin logró dormirse, ella lo dejó y se levantó para hablar con él.

— ¿En qué andas?

— Nada, acá terminando un par de cosas.

— ¿Puedes hablar?

— Sí, obvio.

— Estoy preocupada, lo veo mal, él no es así.

— Yo también lo he notado, está como deprimido.

— Si hablara, sería mucho más simple, pero siento que algo está pasando.

— Yo siento lo mismo. Mañana me quedo acá, no quiero que vuelva a ese
lugar, yo me quedo con el niño.

Bonus Track

Un servicio inesperado

Había gastado dos horas buscando un servicio en internet, era complejo
encontrar un especialista que le diera confianza. Necesitaba hacerlo
bien esta vez, los sueños que lo aquejaban noche tras noche, eran cada
vez más frecuentes y más reales, eran como de otro tiempo. Él en esos
sueños, podía verse a sí mismo, lograba reconocer a familiares, amigos y
conocidos, cuestión que le hacía pensar que podían ser memorias de otra
vida pasada.

Luego de detener la búsqueda dejó su celular a un lado y prendió la
televisión. Mientras hacía zapping, entre los saltos de canal cuando el
sonido se pausa, le dio la impresión de escuchar unas voces. No le
prestó más atención, hasta que en otro salto de canal esas voces se
hicieron más evidentes. Bajó el volumen y puso atención.

Efectivamente se podían escuchar unas voces y que venían de su celular.

— ¿Aló?, ¿aló?, ¿Qué estoy haciendo?

Seguía escuchando las voces. Abrió su celular y revisó si había alguna
aplicación activa o alguna corriendo en segundo plano y no detectó nada.
Las voces seguían ahí. Pudo detectar que se trataba de voces femeninas y
que hablaban otro idioma. Repitió el “aló” pero esta vez con más fuerza.

— ¡¡¿Aló?!!

— Arrête de parler, ¡Tais-toi!, ¿As-tu entendu ça?

— Mais non, ¿quoi?

— Attends, ¡¿Hallo?!

— Aló, si, ¿Me escuchan?

— C’est vrai, il y a un homme sur notre ligne. C’est bizarre. ¿Tu veux
parler avec lui?

— Attends un moment. Oui, pardon, ¿tu es qui?

— No entiendo, yo hablo español.

— Ok, nous sommes françaises, ahhh, somos francés.

— Ahh ok, ¡un momento!, el traductor.

— ¿Un moment?, j’ai compri. ¡ca va!

— Pourquoi veux-tu parler avec lui?, c’est dangereux.

— T’inquiète, je veux savoir qui est lui, ¿pourquoi il est sur notre
ligne?, tu ne veux pas savoir?

— Hahahaha, ouais, bien sûr, je veux.

— ¿Aló? ¿Commen tu te appelle?

— Ahh, Raquel, je suis ici avec mon amie Camille, ¿et toi?

— Yo me appell Jorge.

— Ça va, Jorge.

— ¿Por qué?, ¿yo peux les entendre?

— Sais pas, ehh, je… ne… sais… pas, comprenez?

— Si, peu être que mon portable es malo. Yo uniquement, ¿busqué?, ehh…
cherche, un servicio de hipnosis regresiva.

— ¿Quoi?!!!, ¿tu cherches quoi?

— Un moment, ehh… ¿hipnosis regresif?

— Hahahaha, c’est pas possible.

— ¿C’est une blague, non? ¿Tu cherches un servicio d’hypnose régressive?
Pas possible, je fais de l’hypnose régressive, un momento,… yo… hago
hipnosis. ¿Tu es où?

— ¿Tu es ou?, ehhh,…. ¡ahhh!, en México.

— Ahh, au Mexique. ¡Très bien!

— Ça, c’est la chose la plus bizarre que j’ai jamais vécu. Je veux te
connaître,… conocer,….. ¿est possible?

— ¿Camille?, ¿tu m’écoutes?, ¿C’est un nouveau service de Google?, ¿tu
l’avais entendu?

Lograron resolver la comunicación con harta paciencia, ellas le
explicaron cómo podían ayudarlo y que a pesar de estar lejos era posible
llevar a cabo una o más sesiones de hipnosis. Lo más extraño es que
cuando las vio, las pudo reconocer entre las personas que habitaban en
sus sueños.

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