— ¡Silencio en el estudio!, Escena 188, toma uno (!!!Klap!!!)
Ya estaban corriendo las cinco cámaras enfocadas en la escena final de la película. Pero, algo pasaba con el actor principal.
— ¡Corte!, detengan todo. A ver, ¿qué pasa campeón?, necesito ver más pasión, tómala con más fuerza, necesito que vean como te apoderas de ella y que ella se entrega a tu fuerza, ¿me explico?
— Ok, ok, ¿así?
— No, mira, tómame así, de acá, ¿te fijas?
— Eso, eso, por ahí va, eso me gusta, más fuerza. ¿Están ok?
— Sí, vamos, agárrame firme nomás de ahí.
— ¡Silencio en el estudio!, Escena 188 toma dos (!!!Klap!!!)
Él logró corregir su intensidad y su impulso para la última escena, pero en el momento cuando él la toma, ella sintió una especie de golpe eléctrico en el vientre.
— ¡Qué pasa! ¿por qué se detuvieron las cámaras?, a ver ¡corte!, paren todo.
— No entiendo, ¿se apagó todo?.
— Momento, ahí volvió la energía.
— Ok, ok, de nuevo, retomemos todo, ¡vamos!
— ¡Silencio en el estudio!, Escena 188 toma tres (!!!Klap!!!)
Él se acercó y la tomó bien firme de un poco más abajo de la cintura y ella nuevamente sintió esa extraña energía en el vientre.
— ¡De nuevo! ¿qué chucha pasa?
— No sé, no entiendo, se nos cae la energía.
— Vamos a hacer una pausa, ¡revisen todo!, lo siento muchachos tenemos que pausar.
Ella y él se sentaron juntos, en unas sillas al lado del set de grabación. Sus manos quedaron muy cerca una de la otra. Ella acercó su dedo pequeño para rozar el dedo chico de él. Sin cruzar ni una sola mirada, él movió suavemente uno de sus dedos para responder con un delicado roce de vuelta en el dedo chico de ella. Ella enganchó el dedo de él para acercar más su mano. Él tomó una manta que tenía al lado y se la puso en las piernas cubriendo además su mano y también la de ella. Con sus manos cubiertas pudieron juntarlas sin llamar la atención de nadie y así, las caricias empezaron. Ella fue por la palma de él recorriéndola con mucho cariño tratando de sentir las líneas con la punta de sus uñas. Él abría su palma y la giraba para que los dedos de ella se entrecruzaran por encima de su mano con los de él y así, de esa manera, ella pudiera recorrer todo el largo de sus dedos suavemente.
— Quiero ir a mi camerino, me acompañas, te quiero mostrar algo.
— ¿Qué cosa?
— Es una sorpresa, ven, vamos, anímate.
Ella se levantó de la silla y le estiró la mano para ayudarlo a levantarse. Caminaron lentamente hasta su camerino. Cada cierta cantidad de pasos, ella giraba para conectar su mirada con los ojos de él, como animándolo a seguir. Él, nervioso, sentía la mano de ella y reconocía que era necesario sentirla para seguir. Ella abrió la puerta y lo dejó entrar. Una vez adentro, ella cerró la puerta e hizo sentir el cierre del pestillo, dando una señal clara de para qué estaban ahí. Ella giró hacia él, y se desabotonó su blusa. Él se acercó y la tomó de la cintura. ¿La luz?, la luz se apagó.
— ¡Espera!, para un poco.
— ¿Qué pasa?
— Más lento, me duele, ¿qué te pasa?
— Ok, ok.
— No, así no me gusta, para weón, detente (la luz volvió)
— Es que no puedo, déjame terminar.
— Detente weón, voy a gritar, ¡voy a dejar la cagá!, ¡para!, mira, mira, la luz volvió, nos van a venir a buscar.
Él se levantó y empezó a recuperar su ropa. Estaba molesto, sorprendido por cómo había cambiado todo de la actitud de ella; simplemente no entendía qué había pasado. No cruzaron ni una sola palabra, tampoco una mirada, no tocaron sus manos. Salieron del camerino y luego se dirigieron al set de grabación, sin hacer un solo comentario de lo que había pasado.
— ¡Ya!, estamos listos. Momento, maquillaje, please, corrijan detalles y revisen continuidad con los actores.
— ¡Silencio en el estudio!, Escena 188 toma tres (!!!Klap!!!)
La escena resultó simplemente perfecta, no fue necesaria ni una toma más, él y ella se desempeñaron de manera excepcional, como nunca lo hubieran imaginado, fue simplemente la mejor escena que alguna vez realizaron. La cámara no logró registrar lo que se había perdido.
