Balance
— Llevamos más de tres días, no veo dónde vamos a llegar con esto, ya lo dijo todo. Nadie soporta tanto.
— No, no lo ha dicho todo. La información que nos ha entregado simplemente no hace sentido.
— ¿Qué más quieres?, ¿qué es lo que no te hace sentido?
— ¿Qué no lo ves? Simplemente es imposible que él haya estado en ambos lugares en tan poco tiempo. Algo falta acá. ¿Cómo puede ser que sea el único sobreviviente? Está mintiendo, todo lo que ha dicho es mentira. Y míralo, está tan tranquilo como cuando lo trajimos acá, no veo en él ni una señal de que lo hayamos quebrado.
— No lo podemos retener mucho más, lo sabes, ya estamos fuera de todos los protocolos.
— ¡Mejor cállate!, en lugar de él eres tú el que está perdiendo la cabeza y ahora me estás haciendo perder la paciencia a mí.
— Ok, ok, vamos a calmarnos, intentémoslo nuevamente. Esta vez voy yo.
— Ok.
— No hay caso, nada nuevo. Sigue siendo muy consistente y no da señales de mentira. ¿Qué viste tú?
— Lo mismo.
— El pitido del parlante de la sala está cada vez más intenso. Lo sentiste ¿cierto?.
— Sí, ayer lo empecé a sentir. No entiendo que él siga ahí tranquilo después de tres días con ese pitido de mierda que está cada vez más fuerte y sin reclamar una sola letra ¿De qué está hecho este infeliz?.
— Está muy bien entrenado.
— ¿Qué entrenamiento? Esto es imposible, ¡abre los ojos!.
— Liberémoslo para luego seguirle los pasos.
— Deja de hablar tonteras, él ha soportado todo pacientemente y luce como que pudiera esperar tres o cuatro días más sin problema, con eso a la vista, ¿de verdad crees que va a cometer un error una vez libre?, nos puede dar un año de ventaja, si no más.
— Tienes razón este tipo es muy singular.
—Volvamos a revisar sus antecedentes.
—Ufff, ¿una vez más?.
— Ya deja esa actitud, juega a favor de él, probablemente ya sabe lo que nos está pasando.
— Ok, realmente estoy colapsando.
— Nada, no tenemos nada. Este tipo no tiene antecedentes de nada.
— Estos países de mierda, no tienen un puto dato de sus habitantes.
— Es posible que lo hayan enviado acá luego de haber limpiado su historial.
— Ese es otro dato que me hace pensar que no estamos lidiando con una persona normal, ni yo tengo antecedentes tan limpios.
— ¿Qué hacemos?
— Apliquemos el waterboarding con él. Es obvio que no lidiamos con una persona normal, tenemos que torturarlo y esta técnica no va a dejar ni un rastro.
— Pero nos puede demandar.
— Treinta personas muertas, entre ellos niños y quién sabe cuántos inocentes, ¿el único sobreviviente?, él sabe algo y quién sabe por qué no nos quiere ayudar.
— No sé, esto no está bien, simplemente no lo podemos hacer.
— Ok, voy a entrar nuevamente.
— El ruido en la sala está insoportable. Llama al técnico, aunque me gusta saber que él tiene que estar ahí con ese puto ruido, se lo merece.
— A esta hora no hay técnicos, hay que esperar hasta las ocho o nueve.
— ¿Qué hacemos?
— Un café, cigarros y algo para comer estaría bueno. Descansemos un rato.
— Ok, voy por café y comida. No le quites ni un ojo de encima.
— Dale.
— Prende el parlante.
— Ufff, ese maldito pitido le va a deshacer los tímpanos.
— Me encantaría verlo sufrir, pero no parece estar sufriendo mucho, ¿No?
— No, para nada.
— Nos quedan dos horas. Es obvio que el comandante nos va a obligar a liberarlo de inmediato.
—Eso es un hecho.
— Entonces. Ahora vas a apagar la cámara y voy a entrar a golpearlo.
— Me vas a meter en un problema. No lo hagas.
— Vas a tener que correr este riesgo, si no me apoyas te voy a exponer, tú me debes más de una y esta es la oportunidad para que nos quedemos a mano.
— Es un error, vamos a cagar los dos.
— Sí, si tú hablas nos vamos al carajo, si no, tenemos una posibilidad real de resolver esto. Apaga la cámara, ¡voy!.
— ¡Espera!, escucha el pitido está ensordecedor.
— Mejor, así no se van a escuchar los golpes.
— ¡¡¡Muchachos!!!, ¡¡¡Despierten!!!
— Perdón comandante.
— Está bien, me imagino que se quedaron hasta tarde. Finalmente no lograron levantar cargos contra el detenido, ¿ a qué hora lo liberaron?
— Fue imposible. Como a las ocho señor.
— Ok, terminen el reporte y tómense el día libre. ¡Nos vemos!



